La relación entre las tasas de interés y los bonos es inversa: cuando las tasas de interés suben, el precio de los bonos generalmente baja, y cuando las tasas bajan, los precios de los bonos suben. Esto ocurre porque los bonos pagan un interés fijo, y cuando las tasas de interés del mercado suben, los bonos más antiguos con tasas de interés más bajas se vuelven menos atractivos, lo que reduce su valor de mercado. Los inversores en bonos deben prestar atención a las decisiones de política monetaria y a las expectativas de inflación, ya que estos factores suelen influir en las tasas de interés.
Cómo afecta la política monetaria a los bonos
Los bancos centrales, como la Reserva Federal de los Estados Unidos, utilizan las tasas de interés para controlar la inflación y estimular o frenar el crecimiento económico. Cuando las tasas de interés suben, los bonos de nueva emisión pagan un rendimiento más alto, lo que reduce la demanda de bonos más antiguos. Por otro lado, cuando las tasas bajan, los inversores buscan bonos con tasas más altas, lo que aumenta el precio de los bonos más antiguos.